Organizaciones declaran “zona de sacrificio” a parques y reservas con cultivos industriales. Estudios científicos documentan fuga de 5,4 millones de salmones, anoxia marina y resistencia bacteriana por antibióticos en ecosistemas protegidos.
Este 8 de noviembre recién pasado se conmemoró el Día Nacional de las Áreas Protegidas con 408 concesiones salmoneras operando dentro de parques y reservas nacionales patagónicas: 313 en Reserva Nacional Las Guaitecas, 66 en Reserva Kawésqar, 19 en Parque Nacional Alberto de Agostini, 8 en Parque Isla Magdalena y 2 en Parque Laguna San Rafael, según campaña Defendamos Patagonia. Datos de Sernapesca y Universidad Austral revelan que 42% de concesiones nacionales están en áreas protegidas, contradiciendo Meta 30×30 que busca proteger efectivamente 30% del territorio para 2030.
Impactos científicamente documentados
Alejandro Pérez-Matus, biólogo marino de Universidad Católica, advierte: “El consumo de especies nativas por salmones fugados podría ser solo uno de los impactos directos”, señalando traspaso de enfermedades y uso masivo de antibióticos. En década reciente, 5,4 millones de salmones escaparon desde centros industriales, alterando biodiversidad marina. El investigador identifica jaulas como “trampas ecológicas” que degradan hábitat de especies locales.
Impactos documentados incluyen:
Anoxia marina: Columnas de agua sin oxígeno bajo jaulas
Fondos muertos: Acumulación de residuos químicos y alimentos
Resistencia bacteriana: Toneladas anuales de antibióticos
Especies invasoras: 5,4 millones de salmones fugados compitiendo con fauna nativa
Enfermedades transmitidas: Patógenos desde cultivos a especies silvestres
Fiordo Comau: caso emblemático
En 2021, 5.000 toneladas de salmones muertos en fiordo Comau (área protegida, Región de Los Lagos) originaron campaña “Áreas Protegidas Sin Salmoneras”. Juan Carlos Viveros de Defendamos Patagonia señala: “El Estado está permitiendo que graves impactos acumulados de la industria se volcaran en zonas destinadas a conservación. Esta aberración nos impulsó a crear la campaña”.
Declaración de zona de sacrificio
Comunidades originarias Kawésqar, científicos y organizaciones declararon “zona de sacrificio salmonera” a ocho áreas protegidas el 8 de noviembre, exigiendo: salida inmediata de concesiones existentes, prohibición de nuevas concesiones y fondo de restauración ecológica financiado por industria. Comunidad Kawésqar denuncia: “Área protegida mantiene actividad salmonera altamente destructiva pensada como zona de sacrificio”.