- Seguimos celebrando el mes del Piloto Pardo y el Sello Antártico Educacional tiene el gusto de compartir con ustedes el cuento “La gran aventura en la Antártica: El rescate de Luis Pardo Villalón a Shackleton” del autor es Simón Fernández,marino y apoderado del Colegio Arturo Prat Chacón de Talcahuano. Creemos firmemente que las buenas prácticas educativas deben ser compartidas, eso ciertamente enriquece el aprendizaje de los niños y niñas.
Niños y niñas. Esta es una historia de valentía y heroísmo que nos llena de orgullo (acceso al libro en línea aquí: https://gemini.google.com/share/ba7013aefa50).
La gran aventura en la Antártica: “El rescate de Luis Pardo Villalón a Shackleton”
Autor: Simón Fernández (Apoderado)
Había una vez, hace mucho tiempo, en un lugar lejano y muy, muy frío llamada la Antártica, un explorador llamado Sir Ernest Shackleton y su valiente tripulación.
Habían partido en un gran barco llamado Endurance (que significa Resistencia en inglés) con un sueño enorme: ¡cruzar la Antártica de un lado al otro! Pero la Antártica es un lugar caprichoso y lleno de sorpresas.
Un día, el poderoso barco Endurance quedó atrapado en el hielo ¡como si fuera un juguete pegado en un bloque gigante de gelatina! Pasaron meses y meses y el hielo no los soltaba… Finalmente, el barco fue aplastado por el hielo y se hundió, dejando a Shackleton y sus hombres a la deriva, en un mundo blanco y helado.
Imagina estar en un lugar donde todo es blanco, hace un frío que congela la nariz y el viento sopla tan fuerte que parece que la tierra se va a volar. Los hombres de Shackleton tuvieron que sobrevivir meses en el hielo, comiendo lo poco que tenían y luchando contra el frío. Finalmente, lograron llegar a una pequeña y rocosa isla llamada la Isla Elefante. Pero allí estaban solos, sin comida suficiente y sin esperanzas de que alguien los encontrara.
Shackleton, un hombre valiente y con gran corazón, no se rindió. Decidió hacer algo increíble: junto a cinco de sus hombres, se subió a un bote salvavidas muy pequeño llamado “James Caird” y se lanzó al mar helado. Navegaron por cientos de kilómetros en el océano más peligroso del mundo, ¿enfrentando olas gigantes y vientos huracanados! Su objetivo era llegar a Islas Georgias del Sur, donde sabían que había estaciones de balleneros y podrían pedir ayuda.
Después de una travesía heroica, Shackleton y sus compañeros lograron llegar a las Georgias del Sur, Pero la aventura no termina ahí. Aún faltaba rescatar a 22 hombres que habían quedado solos en la Isla Elefante.
Shackleton intentó tres veces ir a buscarlos, pero el hielo y el mal tiempo eran tan feroces que sus intentos fallaron.
Fue entonces cuando el explorador británico pidió ayuda a Chile. Y aquí es donde entra nuestro héroe, el Piloto Luis Pardo Villalón.
Luis Pardo era un marino chileno, valiente y decidido, que trabaja en la Armada de Chile.
A pesar de que las anteriores expediciones habían fracasado y muchos consideraban la misión imposible, Pardo no dudó en aceptar. Se le confió el mando de la Escampavía “Yelcho”, un barco que, aunque fuerte, no estaba diseñado para navegar en las duras condiciones de la Antártica en invierno. ¡No tenía calefacción, ni una radio para comunicarse fácilmente, y estaba lleno de obstáculos de hielo por todas partes!
Pero Pardo tenía algo más valioso que cualquier tecnología: un espíritu indomable y una gran pericia como navegante.
El 25 de agosto de 1916, zarpó de Punta Arenas en la Yelcho, llevando consigo a su tripulación y la esperanza de muchos.
Cruzaron el temido paso Drake, conocido por sus tormentas y aguas turbulentas. Navegaron entre témpanos gigantes que podían aplastar el barco en cualquier momento y bajo una niebla tan densa que apenas se podía ver la proa del barco.
El 30 de agosto de 1916, después de días de tensión y peligro, la Yelcho finalmente llegó a la Isla Elefante. ¡Imagina la alegría de los hombres de Shackleton al ver la bandera chilena flameando en el horizonte! Llevaban más de cuatro meses solos en esa isla desolada, esperando ser rescatados.
Luis Pardo, con una precisión increíble, acercó la Yelcho a la orilla, a pesar de los hielos. Los 22 hombres, débiles, pero llenos de esperanza, fueron subiendo al barco. ¡Todos estaban a salvo” Pardo no perdió a ni un solo hombre en esta peligrosa misión!
El rescate de la expedición de Shackleton por el Piloto Luis Pardo fue una hazaña increíble, una de las más grandes en la historia de las exploraciones polares. Fue un acto de valentía, de determinación y de compañerismo que demostró el espíritu solidario de Chile.
Cuando Shackleton y sus hombres llegaron a Punta Arenas, fueron recibidos como héroes. Shackleton siempre agradeció a Luis Pardo y a Chile por su coraje.
A Luis Pardo se le ofreció una gran recompensa económica por su heroísmo, pero él la rechazó, diciendo que sólo había cumplido con su deber como marino.
Así es como el Piloto Luis Pardo Villalón, con su audacia y su barco Yelcho, se convirtió en un héroe que demostró al mundo que la valentía y perseverancia pueden superar los desafíos más grandes, incluso en el solitario continente blanco.
Y colorado, colorín, esta historia llegó a su fin.