El Hospital Clínico Magallanes cuenta con un acelerador lineal que permite tratamientos de radioterapia de alta complejidad, equiparables a los mejores centros de salud del país y del extranjero.
En la Unidad de Radioterapia del Hospital Clínico Magallanes, la doctora Evelin San Martín lidera un equipo que trabaja con una de las tecnologías más avanzadas en el tratamiento del cáncer: el acelerador lineal. Este sistema permite aplicar dosis concentradas de radiación directamente sobre el tumor, reduciendo al mínimo los efectos secundarios y mejorando la calidad de vida de los pacientes.
El acelerador lineal es un equipo que acelera partículas subatómicas —electrones o fotones— y las dirige con precisión milimétrica hacia las células cancerígenas, destruyéndolas sin afectar el tejido sano. Esta técnica, parte fundamental de la radioterapia moderna, se integra al enfoque integral de tratamiento oncológico que combina cirugía, quimioterapia y radiación.
Según San Martín, el uso de este equipamiento “ha permitido tratar a pacientes con patologías complejas sin necesidad de derivarlos a otras regiones, lo que representa un alivio enorme para ellos y sus familias”. La continuidad de atención local ha sido uno de los mayores avances para la comunidad magallánica, históricamente obligada a desplazarse largas distancias para recibir atención especializada.
El Hospital Clínico Magallanes, junto a la empresa EIG y el Servicio de Salud, mantiene un trabajo coordinado para asegurar la operación óptima del sistema, la mantención técnica y la constante capacitación del personal médico y tecnólogo. Cada integrante del equipo cumple un rol clave: desde los físicos médicos que calibran las dosis, hasta los tecnólogos que controlan la aplicación precisa de la radiación.
“El cáncer no afecta solo al paciente, sino también a su entorno. Poder brindar tratamientos completos en la región es literalmente salvar vidas”, destaca San Martín.
El fortalecimiento de la radioterapia en Magallanes también se alinea con un cambio de enfoque: posicionar al extremo sur como un polo de referencia médica, capaz de recibir a pacientes de otras zonas del país. Para los profesionales involucrados, esta mirada descentralizadora reafirma el valor del trabajo conjunto y la inversión sostenida en salud pública.