La organización ambiental presentó un innovador análisis de mecanismos financieros que permitiría cerrar gran parte de la brecha de financiamiento en biodiversidad durante la próxima década.
Chile enfrenta una brecha crítica de financiamiento para conservar su biodiversidad, considerada un patrimonio natural invaluable y un activo estratégico para el bienestar social y económico. Ante este escenario, WWF Chile presentó la publicación “Articulación de Siete Mecanismos Financieros para la Conservación de la Naturaleza en Chile. Mirada a 10 años”, un estudio que plantea una hoja de ruta para movilizar al menos 375 millones de dólares en los próximos diez años.
El documento, elaborado junto a expertos legales y financieros, fue presentado durante el Congreso RedLAC Chile 2025 en Frutillar, y busca impulsar una transición hacia una economía que respete los límites ecológicos, integrando instrumentos públicos y privados bajo dos grandes enfoques:
- Financiación verde: que canaliza recursos hacia acciones concretas de conservación.
- Reverdecimiento de las finanzas: que orienta los sistemas financieros hacia los compromisos globales como los ODS, el Acuerdo de París y el Marco Global de Biodiversidad.
Siete mecanismos para cerrar la brecha financiera
El estudio identifica siete instrumentos clave con alto potencial para fortalecer la conservación:
- Beneficios tributarios para donaciones ambientales (Ley 21.440).
- Incentivos fiscales para la gestión de Áreas Protegidas Privadas reconocidas por el SBAP (Ley 21.600).
- Beneficios tributarios para la Responsabilidad Social Empresarial (Ley 21.210).
- Tarifas turísticas con compromiso de conservación, mediante pagos por servicios ecosistémicos.
- Compromisos empresariales “Nature Positive”, alineados a metas globales de sostenibilidad.
- Bonos de sostenibilidad, públicos y privados, vinculados a indicadores de biodiversidad.
- Aumento sostenido del financiamiento público, con presupuestos estables y crecientes.
Según el análisis, tres de estos mecanismos , donaciones ambientales, incentivos a la RSE y financiamiento público, podrían generar el 76 % de los recursos proyectados en una década. La recaudación anual pasaría de 4 millones a 76 millones de dólares, cubriendo hasta un 40 % de la brecha de conservación terrestre y contribuyendo a la Meta 4.2 de la Estrategia Climática de Largo Plazo, que busca financiar al menos el 30 % de las necesidades de conservación al 2030.
Implementación por etapas
La propuesta plantea una ejecución gradual en 3 etapas. A corto plazo (1 año), donde se espera activar mecanismos ya normados, como donaciones ambientales; a mediano plazo (2 a 5 años), donde se madurarán instrumentos técnicos e institucionales; y por último, una de largo de plazo (más de 5 años), donde se consolidará un sistema financiero integrado para la naturaleza.
Un momento decisivo para Chile
La creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), junto al Fondo Naturaleza Chile, representa una oportunidad histórica para rediseñar el modelo de financiamiento ambiental.
“Chile tiene hoy la oportunidad de perfeccionar su modelo de financiamiento para la biodiversidad. Si avanzamos en estos siete mecanismos, podremos cerrar parte importante de la brecha y asegurar un futuro con naturaleza en positivo”, señaló Ricardo Bosshard, director de WWF Chile.
Por su parte, Constanza Rodríguez, coordinadora de Finanzas para la Conservación, enfatizó que “el financiamiento es solo el punto de partida. Cuando ponemos a la naturaleza en el centro, aseguramos beneficios para las actuales y futuras generaciones”.
Durante la presentación, el senador Ricardo Lagos Weber destacó la necesidad de que el Estado incremente su participación presupuestaria en la protección de la biodiversidad, mientras que Eugenio Rengifo, del Fondo Naturaleza Chile, recordó que “el 80 % del PIB del país depende de una naturaleza sana”.